En el partido contra SMATA (5-2), Martín Varela tuvo un error y citó 17 jugadores. Quien quedó afuera fue Adrián Bráncoli, que aceptó la decisión sin reproche alguno.
Contra Provincial, volvió a ocurrir lo mismo (Chonchi volvió y eso creó la confusión). Al darse cuenta, Martin Varela se quería morir. Adrián dijo que no tenía ningún problema en volver a quedar afuera, aunque cualquiera que juegue al fútbol sabe lo que esto implica.
Sin embargo, saltó Gabriel Arévalo, reconocido jugador de EFIL, y se autoexcluyó de la lista para que pueda estar su amigo.
Este tipo de jugador, o mejor dicho de persona, es el que forma EFIL. Formas buenas personas es el objetivo de esta institución. Un ejemplo a imitar.
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